Noviembre dejo de ser dulce desde que no estás. |
Qué duro es noviembre cuando no
tienes con quien compartirlo. El cielo parece más gris y el frío se siente
mucho más intenso cuando no hay brazos que te rodeen protegiéndote. Me gustaría
saber si aún recuerdas aquel noviembre en el que juramos querernos siempre, me
encantaría tener la certeza de que no soy la única que no ha podido olvidar todo
como si nada hubiese pasado. Noviembre sin ti es horrible, ha pasado de ser la
mejor época a la más triste porque hasta el golpeteo de la lluvia en el cristal
me recuerda a ti, me hace recordar las tardes bajo las mantas, entre besos,
caricias y sonrisas. Todo sería un poco más fácil si pudiese borrar de mi
memoria cada hora vivida a tu lado pero no, no lo es. Las cosas del amor nunca
han sido fáciles y dudo que empiecen a serlo ahora. Volvería atrás en el tiempo
para volver a pasar las tardes en Barcelona perdiéndonos por las calles, para
correr por cada rincón de la ciudad cuando llovía buscando una esquina para
besarnos. El mundo no existía si yo iba de tu mano, ya podría haber estallado
la tercera guerra mundial que en nuestro mundo la única guerra que había era de
tus labios contra los míos. Ahora me mata noviembre y antes me daba la vida.
Lo más bonito de este mes es que
fue cuando la historia se puso en marcha, nuestra historia. Ninguno lo buscó
pero no pudimos evitar querernos, desearnos y como ni pudimos, ni quisimos
evitarlo sucedió lo que debió pasar. Aunque si por mi fuera, el final habría
sido otro pero las cosas suceden como y cuando deben suceder, o al menos eso me
gusta pensar porque no quiero creer que la historia no podría haber terminado
(o al menos, no así) si hubiésemos hecho algo por salvarla. Estoy segura que pase
el tiempo que pase, tu nombre seguirá escrito en cada centímetro de mi piel y
seguirá grabado a pulso en mi corazón. ¿Sabes lo que más detesto de este mes?
Que te echo de menos con más intensidad y busco consuelo en cada barra del bar
buscando a alguien que quiera que me quede aunque sea una noche, pero cuando me
despierto al lado de alguien que no sé ni como se llama es cuando más me odio y
más asco me doy. Tal vez, si diese la oportunidad a alguien de acercarse a mí,
de entrar en mi vida pero todo es más fácil cuando te cierras, cuando no dejas
a nadie llegar hasta tu corazón. Que cada aventura sea solo eso, una aventura y
nada más, una noche entre alcohol, cigarros y el falso amor que me venden
algunos. Si tan solo se diesen cuenta de que nunca llegaran a saber más de mí,
que sabrán mi nombre pero jamás mi historia y que probablemente, al día
siguiente no recuerde ni su nombre. Si sospechasen que sus números de teléfono acaban
en la papelera, o que jamás les voy a enviar un e-mail o buscarles, que solo
era un falso intento más de borrar los besos de mi piel pero que como siempre
no funciona.
Y otra noche más, aquí estoy
vestida para buscar otra presa, otro hombre fácil que aspire a algo más que una
noche que sabe que no tendrá. Otra persona que quiera hacerme compañía y
hacerme olvidarte pero que no sabrá nunca que tú eres como los tatuajes, para
siempre en mi piel pero justo hoy que es nuestro aniversario, justo hoy que es
cuando más necesito no acordarme de mi es cuando tu mensaje llega a mi móvil y
me dice un “Te necesito” al que no es necesario responder porque sabes que
estoy a tus pies. Y entonces, el círculo
vicioso empieza de nuevo porque yo no puedo, ni contigo ni sin ti.
Joder como me encantas...
ResponderEliminarPrecioso ♥
ResponderEliminarSimplemente me encanto tu blog ♥
ResponderEliminarDulce noviembre el que tuve yo también y que también se volvió agridulce un año después. Aún estoy en proceso de desmentir que los te quiero no son como los tatuajes, para siempre.
ResponderEliminar¡Me encantó la entrada! Un beso.