Párate a pensar. ¿Cuántas veces te dijo ‘te quiero’? ¿Cuántas
veces te habló el primero? Seguramente las puedes contar con los dedos de una
mano. ¿Cuántas veces te necesito él a ti y cuántas tú a el? ¿Cuántas veces te
dijo que te echaba de menos? ¿Cuántas veces te abrazo cuando no podías más? ¿Te
dijo alguna vez lo importante que eras en su vida? ¿Te demostró de alguna
manera que no eras como las demás? Bien, pues entonces tengo otra pregunta para
ti. ¿Por qué le sigues necesitando tanto? No lo entiendo, he estado aquí
siempre, te he abrazado, te he demostrado lo mucho que te quería y lo mucho que
me importabas. Yo fui quién estuvo ahí en los momentos más difíciles. Fui yo. Fui
yo y no él. ¿Por qué le necesitas aún? Eres como una yonkie, y el es tu droga. No
es malo depender de algunas personas, pero llega un punto que la adicción
supera la cordura y creo que tú has alcanzado ese punto. Mientras te
desintoxicas y no, aquí estoy yo para ti, como he estado todos estos años y
como estaré siempre. Solo espero que algún día puedas quererme tan solo la
mitad de lo que le quieres a él.
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