Confianza.



La confianza se define como la esperanza firme que se tiene de algo o alguien. Parece (y es) fácil de definir, lo que ya no es tan sencillo es conseguir o dar tal confianza. Tardamos meses e incluso años en poder confiar en una persona y es quizás por eso que cuando tenemos confianza en alguien somos capaces de poner la mano en el fuego por ella sin temer a las llamas.

Pero... ¿Cómo algo tan dificil de construir puede destruirse con tanta facilidad? ¿Cómo algo contruido con el más sólido material puede ser derruido por un simple soplido? A la hora de perder la confianza no hacen falta minutos, unos segundos son suficientes y todo desaparece. El problema es que si antes era dificil conseguir la confianza, cuando se pierde los terrenos sobre los que edificarla se vuelven arenosos y resulta casi imposible mantenerse estable en ellos. 

¿Por dónde empezar a contruir? ¿Quién nos asegura que no volverá a pasar? Nadie. Nadie puede asegurarnos que toda la confianza volverá a ser en vano, nadie puede estar seguro que esto no será otro intento en vano. Es aqui cuando viene la decisión dificil: ¿Confiar o no confiar? He ahí la cuestión. Todo depende de nosotros, de cuanto estamos dispuestos a arriesgar, y sobre todo, de cuanto creemos que estará la otra persona dispuesta a arriesgar.


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