Como muchos de vosotros sabéis, si no todos, ayer se celebró la
entrega de premios de Los Goya. Dichos galardones son otorgados anualmente por
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
Si bien es cierto que no puedo o no debería escribir sobre el
séptimo arte porque desde luego tendría que haber visto millones de películas
maravillosas que no he visto, y saber muchos datos que por el momento, no sé.
No pretendo ser una crítica de cine de la noche a la mañana y mucho menos hacer
leña del árbol caído criticando a diestro y siniestro películas, directores,
actores y actrices o en definitiva, cualquier componente de éste el maravilloso
mundo del cine porque no sería justo ni tengo los suficientes conocimientos.
Más bien quiero dar mi punto de vista de ésta famosa gala que reúne a grandes
artistas del cine.
Este año las estatuillas se entregaron en el Centro de Congresos “Príncipe
Felipe” y desde minutos antes de las 20:00h ya se empezaban a algunas caras
conocidas por la alfombra roja como Eva Hache, Julián López, Michelle Jenner,
Goya Toledo o Raúl Arévalo. Desde entonces se pueden ver desfilar a personas de
la talla de José Coronado, José Antonio Bayona, Tom Holland o los actores de “Grupo
7” pero es cuando aparece Concha Velasco, Goya de Honor 2013, cuando el público
presente en la alfombra roja se revoluciona. Hasta minutos antes de las diez
continúan llegando los invitados y posando en el PhotoCall.
A las 22:00h comienza la retransmisión de la vigésimo séptima entrega
de premios de los Goya de la mano de Radio Televisión Española. Eva Hache es la
encargada de presentar este año los premios, además de ser participe en muchos
de los videos homenaje o entretenimiento que separan una entrega de otra. La
primera estatuilla que es entregada es la de mejor actor revelación, que recibe
Joaquín Núñez, por Grupo 7. Tras esta le siguen, mejor vestuario y mejor
dirección artística.
Si algo me llamó especialmente la atención fue la importancia que
le dieron muchos de los protagonistas a los problemas sociales que sufre España
aprovechando muchos de sus discursos para hablar sobre estos temas que nos conciernen
a todos por mucho que algunos quieran hacer oídos sordos. Enrique González
Macho aprovechó para remarcar el gran descenso de consumo cultural debido a la
subida del IVA.
Los siguientes premios entregados fueron los de Mejor Interpretación
Femenina de Reparto, Mejor Cortometraje Documental, Mejor Cortometraje de
Animación y Mejor Montaje.
Tras dicha entrega la siguiente en salir fue Concha Velasco, que
recogió el Goya de Honor y contó en su discurso como perdió el Goya por “Más
allá del jardín”. Lo que vino tras la aparición de ésta reconocida actriz
española puede tener muchas interpretaciones y la que voy a relatar es la mía.
Al escenario salieron Miguel Ángel Muñoz, Mar Regueras, Amaia Salamanca,
Fernando Tejero, Andrea Duro haciendo un intento de homenaje musical con
algunas de las canciones más conocidas de Concha Velasco. He de reconocer que
fue un punto gracioso, aunque yo no lo clasificaría como homenaje porque dejó
bastante que desear, sino más bien como una especie de tortura. En definitiva,
fue una manera fácil de intentar homenajear y acabar estropeando las canciones.
Tras este pausa humorística o este homenaje, según como lo quieras
llamar, se entregó el premio a la Mejor Dirección de Producción que fue para
Sandra Hermida por “Lo Imposible” y el de Mejor Música Original que en este
caso fue para “Blancanieves” y la música de Alfonso Vilallonga.
Tras la entrega de estos galardones llegó el gran error de los
Goya. Algo que nunca había sucedido en esta entrega de premios y que desde
luego no será fácil de olvidar. Era el turno de entregar el Goya a la Mejor
Canción Original y los encargados de entregarlo eran Carlos Santos y Adriana
Ugarte. Abrieron el sobre y la actriz leyó comunicó que el premio era para “Los
niños salvajes” de Pablo Cervantes. Cuando el equipo de ésta película ya se
había levantado y empezaba a bajar a recoger el premio, el actor Carlos Santos
interrumpió diciendo que se habían equivocado por la existencia de dos sobres y
que el premio era para “No te puedo encontrar” de Pablo Berger. Por si fuese
pequeño el error, todavía se atrevieron a hacer alguna broma que desde mi punto
de vista ni tenía gracia ni debería de haberse hecho.
Una vez pasado este pequeño accidente, Macanera García recogió el
premio a Mejor Actriz Relevación y Pablo Berger el de Mejor Guion Original.
El galardón a Mejor Guion Adaptado fue para la película de
animación “Las aventuras de Tadeo Jones” y el de Mejor Actriz fue para Maribel
Verdú por “Blancanieves”, aun compitiendo con Naomi Watts por “Lo Imposible”.
Las estatuillas fueron repartidas a lo largo de la noche aunque siempre
había dos protagonistas, “Lo Imposible” y “Blancanieves”. Tras ser entregados varios
premios llegó el turno del Goya al Mejor Maquillaje y Peluquería con el que
también se hizo “Blancanieves”. Si yo fuese académica, hubiese discrepado en
este galardón y hubiese votado por dárselo a “Lo Imposible” por la dificultad
de hacer tan reales las heridas falsas.
Cada vez se acercaba más la hora del cierre de la Gala, y tras
haber entregado el de Mejor Película Europea a “Intocable” y Mejor Película
Iberoamericana a “Juan de los muertos” apenas quedaban cinco estatuillas por
entregar. “Las aventuras de Tadeo Jones” volvió a ser premiada, esta vez como
Mejor Largometraje de Animación.
El Goya al Mejor Documental es para Hijos de las nubes, la última
colonia, dirigida por Álvaro Longoria y producida por Javier Bardem. Destacaría
de éste galardón el discurso que dio Javier Bardem en el que destacó que en el
Sahara no es posible recortar en hospitales porque no los hay y tampoco es
posible desahuciar a alguien por no poder pagar el alquiler porque no tienen
hipotecas, ni casas como las conoces aquí.
Como siempre, lo mejor se deja para el final y antes de entregar
el Goya al Mejor Director y Mejor Película, Belén Rueda es la encargada de dar
el premio a Mejor Actor que recibe José Sacristán. Llegados a este punto solo
quedan dos galardones, los platos fuertes por supuesto, El Goya al Mejor
Director y a Mejor Película, dos reconocimientos que en mi opinión deben ir
unidos. Es decir, si ganas el galardón a Mejor Director es porque has hecho una
gran película que debe ser reconocida como la mejor. Pero desde luego, los académicos
no tenían la misma opinión que yo y ambos premios fueron para distintas
producciones.
El Goya al Mejor Director fue para Juan Antonio Bayona por “Lo
Imposible” que dijo en su discurso que “Hacer películas grandes no significa
ser arrogante, el cine español necesita película grandes, medianas y pequeñas y
que el público se siga emocionando”. Y finalmente, el Goya a la Mejor Película
fue para “Blancanieves”, sin duda alguna la gran triunfadora con 10 estatuillas
frente a las 5 de “Lo Imposible”.
Como bien dije antes, no soy una experta en cine y mucho menos pertenezco académica, así que lo que yo opine, poco importa pero si hubiese tenido la oportunidad de haberlo sido, hubiese votado porque el Goya a Mejor Película y Mejor Maquillaje y Peluquería fuesen para "Lo Imposible". Fue mi gran decepción de la noche, que tras catorce nominaciones esta película solo se hiciese con cinco mientras que "Blancanieves" con dieciocho logró alzarse con diez de ellas logrando así ser la tercera película con más estatuillas de la historia de los premios tras "Mar Adentro" (14/15 premios posibles) o "¡Ay, Carmela!" (13/15 premios posibles). También me llamó la atención gratamente el recuerdo que tuvieron muchos de los galardonados para la situación económica y social tan difícil que sufrimos y, para mí, tener un pequeño reconocimiento no fue convertir la gala en un mítin político ni mucho menos pero como en todo, la diversidad de opiniones es enerome y, seguramente muchos de vosotros no estéis de acuerdo conmigo. Pero desde luego, sentiros libres de darme vuestra opinión, comentar, expresaron o hacerme críticas constructivas, pero siempre desde el respeto.
Y si algo deja claro esta gala es que en España, a pesar de todo, hay grandes directores capaces de hacer grandes películas que emociones a medio mundo.
Hasta más ver,
- María Miranda -
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