Con "M" de María.

Soy difícil de describir porque en mi opinión no pienso como el resto de las adolescentes pero lo voy a intentar. En algunas ocasiones puedo parecer egoísta, pero en compartir soy la primera. Odio que me hagan esperar porque yo siempre soy puntual. Soy demasiado cabezota y bastante caprichosa aunque luego rectifico y me doy cuenta que no se puede tener todo. Tengo muchos amigos pero estoy segura que con los dedos de las manos puedo contar los que son de verdad. Aunque intento que no sea así, dependo de ciertas personas que si me faltaran no podría ser feliz. Soy muy cariñosa pero a veces, me cuesta expresar mis sentimientos y soy muy vergonzosa. No me cuesta pedir perdón, aunque la culpa no sea mía y perdono enseguida. No me cuesta coger confianza y me guió por las primeras impresiones, y gracias a ello me he llevado unos cuantos golpes. Es muy fácil hacerme daño, soy muy sensible y en sufrir nadie me gana. Me gusta llorar y por eso lo hago casi a diario, me alivia y me desahoga muchísimo. Puedo parecer vengativa, y en más de una ocasión quisiera serlo, pero soy incapaz. Me considero simpática, amiga de mis amigos,  una persona en la que se puede confiar y que sabe escuchar. Me gustan los helados incluso en invierno y mi favorito es el de Avellana o el de tres chocolates. Odio que se me duerma el pie, y no me gustan las cosquillas pero porque las tengo en todos los lugares imaginables. Me gustan las caricias pero no me gusta que me toquen el pelo. Me gustan los idiomas, pero no domino ninguno excepto el español (o eso creo). Adoro bailar, cantar y escuchar música. Odio el tabaco y las drogas con todas mis fuerzas. Me gustan mucho los animales sobre todo los gatos y los caballos. Adoro los niños y me gustaría tener muchos hijos. A pesar de ser bastante pesimista, nunca pierdo la esperanza y me suelo quedar con lo mejor de todo. Soy celosa y lo reconozco. Me gusta mucho la fotografía mi filosofía siempre ha sido ‘una imagen vale más que mil palabras’. Me encanta viajar, pero he viajado muy poco. Odio ver los toros y odio a los toreros. Nunca encuentro lo que busco y siempre pierdo todo porque soy muy desordenado pero me gusta el orden. Me rió por cualquier tontería y todos los días sonrió. No me gustan nada las matemáticas porque se me dan fatal, y mis asignaturas favoritas son Historia y Biología. La lectura es otra de mis grandes pasiones, necesito leer algo antes de dormirme. No me gustan ni las abreviaturas, ni las faltas de ortografía. Soy romántica a más no poder y aún creo en los príncipes azules... y así me va. Me gusta llamar a la gente con apelativos cariñosos. Mi numero favorito siempre ha sido el dos, aunque el dieciséis también me gusta, no me gustan los numero impares, excepto el trece y el siete que son números mágicos, al menos para mí. Veo mucha televisión y me gusta ver las noticias. Utilizo mucho la ironía, soy muy sarcástica. Me gusta mucho el chocolate, excepto el que lleva frutas o licor por dentro. Soy miedica por naturaleza y eso es algo que no puedo remediar. Mis estaciones favoritas son el verano y el invierno. Cuando estoy estresada y enfadada suelo cocinar, es mi manera de relajarme sin acabar dando gritos, lo aprendí de mi padre, una persona a la que admiro muchísimo. Necesito saber qué hora es a cada minuto si no me pongo nerviosa. Si voy a hacer algo que sea bien, es decir, soy muy perfeccionista. No me gusta nada mi cuerpo y por eso suelo compararme con las demás personas. Me encantan las trenzas y los moños. No se elegir. Me ilusiono con facilidad y me llevo muchas desilusiones. Pienso que si hay normas es para que alguien las incumpla. Soy muy cotilla y odio que me digan lo que tengo que hacer. Soy incapaz de odiar a nadie, a pesar de que me caiga mal, por odiar no odio ni a los políticos. Me gusta ver películas de amor. Mi imaginación es uno de mis puntos fuertes. Si por mí fuera volvería a ser pequeña, donde solo importaban los juguetes.