Imaginas que hubiera pasado si
vuestros caminos se hubieran cruzado de otra forma. Sueñas que hubiera planeado
el destino si las cosas no fueran así, pero lo son. Imaginas y sueñas cada
situación que podría haber sido vivida y te das cuenta que eres más feliz
cuando sueñas, cuando inventas las ocasiones que te pudo o te puede dar la
vida. Juegas a pensar los posibles “¿Y si…?” y las distintas formas en las que
podría haber sido tu vida si no fueras así, hubieses nacido en otro lugar o
simplemente te hubieses cruzado con otras personas. Es mejor soñar que vivir de
la vacía realidad y nadie lo impide mientras quede un poco de ilusión porque de
ilusión también se vive. Y si a la vida se le acaban las ocasiones y tú logras
escapar de la realidad y sonreír ¿Qué más da? Lo importante es ser feliz y poco
importa si “Los sueños, sueños son”.
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