De cicatriz en cicatriz.


Estaría bien eso de tener corazones de repuesto y poder poner uno nuevo cada vez que te rompen el anterior pero por desgracia no existen tan avanzadas tecnologías.  Lamentablemente el corazón tiene que aguantar cada golpe, cada rasguño, cada hostia y seguir latiendo. Tarda en recuperarse de cada golpe como si de un boxeador se tratase pero siempre acaba superando cada desilusión. Lo malo son las marcas, las cicatrices que quedan que hace que tengamos miedo de volver a querer, de volver a darlo todo y salir heridos pero a la vez nos recuerda que en algún momento fuimos felices y por cada cicatriz nos queda un buen recuerdo.

1 comentario:

  1. El corazón es como los recuerdos. Te define. Si remplazaras un corazón malherido por otro de nuevo, ¿serías la misma persona? Los corazones rotos se recomponen, y, en ocasiones, refuerzan su pericardio. Crecen, maduran y se hacen fuertes.

    Perfecto final. ¡Un beso!

    ResponderEliminar