Si fuese tan fácil...



Era un domingo cualquiera de otoño, Jacqueline estaba sentada en ese pequeño sofá que su madre había insistido en poner en su habitación y que adoraba, a pesar de que en su momento le pareció una idea horrible. De fondo sonaba 'Woman' de John Lennon, una de las canciones más perfectas jamás escritas. Tenía un álbum de fotos puesto sobre sus piernas y mientras pasaba hoja a hoja recordando cada uno de los momentos del verano tarareaba la canción. Había sido ese verano, o mejor dicho, aquel verano. Esa estación y no otra, esa que ya no podría olvidar.

Toma entre sus dedos la taza de café que tenía en el escritorio, bebe un sorbo y sigue pasando las hojas y los recuerdos. "Please remember my life is in your hands, and woman hold me close to your heart..." Toda mujer deseaba que alguien le dedicase unas palabras tan bonitas como aquellas y por desgracia ella no era una de esas afortunadas. Tenía la sensación de llegar siempre tarde. No a los lugares, si no más bien a las personas. Siempre llegaba tarde a los corazones de las personas que quería de tal modo que no hubiese sitio para ella dentro, o si lo había no era el que se merecía. Cada vez que se enamoraba o empezaba a querer a alguien, esa persona ya tenía a alguien más. Parecía que la joven estaba destinada a la impuntualidad sentimental. Le gustaba ese concepto. Era peculiar, muy suyo podría decir. Respecto a dicho problema, tal vez debería sentarse a esperar a cualquiera que se molestase en llegar a la hora a su corazón. Que se molestase en hacerse querer. La muchacha no pedía mucho. Se conformaba con alguien que le hiciese sentir bien y pudiese olvidar todos los complejos y problemas. ¡Ay, si los problemas se marchasen tan fácil como el humo del café! ¡Ay, si fuese tan sencillo hacerlos desaparecer como preparar uno! Qué fácil sería todo ¿no? Por desgracia, ni los problemas son fáciles de resolver (al menos no todos, claro) ni la vida es justa. 

Y mientras tanto, Jacqueline seguía esperando a que el verano llegase a su corazón, y aquel invierno interior la abandonase. Tal vez algún día, podría conseguir ser feliz sin depender de nadie mientras tanto, todavía le quedaban los recuerdos.

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