No más que eso.



- ¿Qué te pasa? Llevas más de dos días sin sonreir y tú siempre lo hacías.
- Estoy cansada de sufrir, de darlo todo y no recibir ni una mínima parte. De ser la tonta qué siempre pide perdón aunque no tenga la culpa. De no tener el valor suficiente para ir enfrente de él y decirle 'Te quiero, joder. Enterate ya de una puta vez'.
- No digas eso, fíjate como va a su bola y solo te busca cuando necesita algo de ti. Como eres su salida de emergencia y como siempre eres la última a la que llama. No sabe lo que se esta perdiendo, eres única y cualquier chico que no fuese tonto, estaría detrás de ti como loco.
- Si claro, cómo si yo fuese doña perfecta. Siempre soy poco, para todo el mundo. Y me canso de ser la mejor amiga de el chico que me gusta, llevo años siendolo y no funciona nunca.
- Te lo acabo de decir, es idiota. Y no ve la preciosa chica que tiene delante. Si yo fuera él no dudaría en decirte que te quiero, pero yo también soy demasiado cobarde.
- Todavía no me has dicho quién es esa chica de la que estas enamorado.
- Tú también estas ciega. Siempre estoy aquí, sin importar la hora o el momento para ayudarte con lo qué sea. Y no te das cuenta de qué si lo hago es porque te quiero y porque tú eres esa chica. Llevo días mandandote indirectas, esperando a que te dieses cuenta y por alguna extraña casualidad, vengas y me digas que me quieres.
- Claro que te quiero, pero no de esa forma. No puedo, eres mi mejor amigo y siempre lo vas a ser.

1 comentario:

  1. Que gran putada cuando ocurre eso, he estado en la posición de ella y no es plato de buen gusto para ninguno de los dos... Te amo, adoro como escribes... No tengo más palabras.

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