Os estaís perdiendo un mundo.



Os estáis perdiendo un mundo. Sí, vosotros. Esos que no estáreis leyendo esto porque no os gusta leer, porque lo veis una perdida de tiempo o porque desconoceis totalmente este blog. Con esto no quiero juzgaros porque no decidáis gastar vuestro tiempo libre en la lectura, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo intento imaginar un mundo sin libros y no puedo llamarlo "mundo" porque para mí sería un infierno.

Es como imaginar un mundo sin música. Como decía Nietzsche, "El mundo sin música sería un error", pues bien para mí un mundo en el que no pueda disfrutar de la lectura es como estar ardiendo en el más inmenso de los fuegos.

Viajar, meterse en la piel de los personajes, soñar, sentir, vivir las emociones a flor de piel, aprender... Es tanto lo que nos dan los libros por tan poco. Sólo necesitas un poco de tiempo, una biblioteca, una librería o un buen amigo o familiar que te preste un libro y dejarse arrastrar al maravilloso mundo que esconde tras las tapas.

No os imagináis lo que es identificarse con un personaje hasta el punto de creer que lo conoces de toda la vida. Sentir un vacio cuando terminas de leer un libro y pensar "¿Qué hacía yo antes?", enamorarse de un personaje e imaginatelo con todos los detalles. Viajar, crecer, reír y llorar con ellos.
 No tenéis ni idea de lo que es sufrir con las heridas de Jace Wayland y no parar de reir con las tonterías que se le pasan por la cabeza a Simón. Llorar con la perdida de Max, indignarte con Hodge, tener sentimientos contradictorios hacia Magnus, que Sebastian te mate con la intriga u odiar a Valentine.

No queréis descubrir Limbhad ni queréis que el Alma os transporte a Idhún para volver a buscar los últimos dragones y unicornios que quedan. Enamorarte de Christian o Kirtash incluso cuando es Shek, sentir ese cariño especial hacia Allegra, querer como a unos hermanos a Shail y Alsan, sentirte parte de La Resistencia y sobre todo, soñar con un mundo en el que se vean las tres lunas.

Os resistís a querer conocer el mundo de los Juegos del Hambre, a que la valentía de Katniss se os contagie, a que Peeta os conquiste y a tener el apoyo incondicional de Gale. No quereís imaginaros la vida en ninguno de los Distritos y tampoco queréis sentiros parte del Distrito 12 ni ser Tributo y tampoco os apetece conocer a Finnick y adorarle. No quereís proteger a Prim y a Rue como si fuesen vuestras hermanas pequeñas y pensáis que el Sinsajo es sólo un pájaro pero no, después del mundo al que Suzzane Collins nos transporta, nada es lo que parece.

Estaís decididos a juzgar Crepúsculo por sus fans y por su éxito en el cine sin dejar oportunidad a pensar en cómo te puedes sentir identificada con un personaje como Bella, con su baja autoestima, su torpeza y su manera de pensar que no es suficiente para nadie. De enamorarse del clasicismo característico de Edward, de las bromas de Emmet, de la protección de Esme, Carlise y Charlie, de el amor incondicional de Jasper y de reirte con las locuras de Alice, de preguntarse una y otra vez que esconde Rosalie bajo esa actitud o de temer a los Vulturis.

Os negaís a leer Medianoche porque creeís que todos los libros de Vampiros son iguales, sin saber que Bianca, Lucas, Raquel y Balthazar son especiales. Que la academia es diferente y que todo lo que parecer ser no es y si dejáseis a un lado los prejuicios tal vez disfrutarias de las historias que Claudia Gray tiene bajo la manga y que está dispuesta a contar.

Pensaís que las historias de ángeles y demonios son para gente creyente y no os dejaís sumergir en el mundo que se esconde bajo la portada de "Dos velas para el Diablo" y descubrir todo lo que Caterina y Angelo tienen que mostrarnos. Ver hasta donde puede llegar el amor que se le tiene a un padre y todo lo que se puede hacer para vengar la muerte de la persona que más queríais en el mundo.

Véis la poesía como ese género que vuestra profesora de lengua a la que tanto odiáis se empeña en que estudiéis y no os daís cuenta de lo maravilloso que es leer a Neruda, a Becquer, a Ángel González, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Quevedo, Machado o Ruben Darío y lo preciosas que son las poesías si sacamos un poco de tiempo y nos ponemos a leer.

No os apetece pertenecer al "Club de los Incomprendidos" y molestaron en conocer a María, Bruno, Raúl y compañía. Observar como puede cambiar la vida en dos años, como puedes llegar a enamorarte de quien menos te lo esperas, sentirte traicionada por las personas en las que más confiabas y finalmente, darte cuenta que a veces los personajes son trozos de ti y de tu vida.

 Tal vez, penséis que los libros clásicos están pasados de moda y por eso no os molestaís en leer Romeo y Julieta, Hamlet y demás libros que aunque antiguos son una maravilla. Dejaros llevar por libros que esconden más que palabras como "Campo de fresas" o "El amor es un cuento". Dejaros enamorar por Jorge Bucay, y llegad al mundo que hay más allá de la muerte con Bel.

Creeis que las historias románticas son todas iguales y por eso no dejaís que Alex, Alan y Angel os conquisten y que sea tan difícil elegir a uno, no quereís formar parte de "Las Sugus" y llegar a ver lo complicado que puede ser a veces el amor a distancia. No quereir vivir con Ronnie el primer amor ni con Carolina la primera desilusión. Tampoco os adentraís en el mundo de "A tres metros sobre el cielo" y la historia de Baby y Step, que es Step y no Hachey no dejaís que Federico Moccia os convenza de que el amor no tiene edad y que aparece de cualquier modo.

Y podría pasarme mucho tiempo así, contadoos las cosas que so estaís perdiendo, pero la resumo en una; OS ESTAÍS PERDIENDO UN MUNDO, UN MUNDO MARAVILLOSO.

Y si yo fuera vosotros, empezaría a descubrirlo a partir de ya porque los libros esconden cosas maravillosas y dan una via de escape, un modo de viajar sin moverte, de dejar volar la imaginación, de sentir, de creerte el protagonista de historias que no son las tuyas, de aprender, de soñar pero sobre todo... de vivir en otro mundo paralelo que os aseguro, es mucho mejor. Y poco importa el género que te guste leer, el autor, lo largo o lo viejo que sea, si nos molestamos en buscar, cada libro esconde algo mágico y tiene algo que enseñarnos. Y sí, claro que ir al cine a ver películas con actores y actrices guapisimos que interpretan papeles a la perfección está muy bien, y el cine es un arte pero recomiendo que si teneís la posibilidad... antes de nada, leed e imaginad y después comparadad porque el mundo que está en los libros es algo único y especial.

Y si algo agradezco a mis padres, es haberme inculcado la lectura desde pequeña. Y haberme enseñado a soñar, disfrutar, reír, sentir y vivir con los libros.

2 comentarios:

  1. A ver, Sinsajo, Idhún, Carolina... Bella, sin duda.
    Y como no mis sugus! Añadiría a "El club de los incomprendidos"...
    Pero como puedes acordarte de todo!!
    Yo aún me acuerdo de Caramelo, el protagonista de mi libro favorito es un camello. Y del Palacio de Papel, de los ratones que vivían entre libros abandonados en una vieja biblioteca.

    Es maravilloso leer y conocer mundos distintos, estoy de acuerdo. Muuuaak!

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    1. (Tinker) El club de los incomprendidos añadido, me lo terminé esta mañana. Me apunto tus recomendaciones, por supuesto. Además he añadido más cosas que ayer lo hice con un poco de prisa. ¡Un beso!

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